domingo, 17 de agosto de 2014

                                               Filosofía moderna:

           
La Filosofía Moderna corresponde a ese período que llamamos Edad Moderna en la Historia Universal y que comienza en el Renacimiento y la Reforma Protestante.
Es verdaderamente una época nueva con un espíritu nuevo, tan distinto del espíritu escolástico, que se le puede considerar como una revolución anti escolástica.
La filosofía moderna abarca los comienzos del Renacimiento y la reforma protestante hasta los últimos años del siglo XX. Después de quince siglos de filosofar acerca de cuestiones teológicas, surge un espíritu de reacción de protesta en contra de la postura tradicional que había adoptado la filosofía. Se considera a René Descartes, padre de esta filosofía, pues su genio lo condujo a la creación de una nueva ciencia matemática, la geometría analítica y llegó a la conclusión de que para evitar el error no basta la inteligencia, sino que hay que aplicarla adecuadamente, es decir requiere de un método.
Debemos advertir que se llama filosofía moderna no a lo que comienza con la historia moderna (que tiene su punto de partida en la toma de Constantinopla por los turcos), sino que se considera filosofía moderna a lo que comienza con Descartes. Lo característico de la filosofía moderna (desde Descartes hasta Husserl) es que cambiaron el punto de partida de la filosofía y en vez de ser el punto de partida la consideración del mundo comenzaron por la consideración del conocimiento del mundo, que no es lo mismo.
La filosofía moderna se inicia cronológicamente a partir del siglo XV, justo cuando se marca el fin de la Edad Media. Y si de filosofía moderna se trata, verás que vídeo tras vídeos es inagotable el material de estudio que de ella ha nacido.
Para hacer tus estudios más sencillos y ordenados, comenzaremos esta sección con una introducción a la filosofía moderna caracterizándola y describiendo los hechos históricos que permitieron el desarrollo de la misma.
Pero no dejaremos de lado el estudio detallado de los grandes representantes del pensamiento moderno: René Descartes y el estudio de su famosa frase “pienso luego existo”. Baruch Spinoza y su gran “teoría de la sustancia”, siguiendo con G. Leibniz, quien a través de su “doctrina de las mónadas” supo dar una visión completamente diferente a los pensadores de su época.
Y si de filosofía moderna hablamos, permanganatos presentar les al gran Immanuel Kant. ¡No desesperen! Sabemos que el estudio de su filosofía es complejo, pero Educativa se encargó de hacer varios vídeos para que no se pierdan de vista ningún detalle y se conviertan en “kantianos” expertos.
La edad moderna trajo consigo, además, el desarrollo de la gnoseología, disciplina en la cual participaron los pensadores anteriormente nombrados y muchos más, como lo fuesen David Hume y J. Locke, ambos catalogados.



                              Historia de la filosofía moderna 

Algunos de los centros de actividad y difusión de la filosofía renacentista y moderna
Si la filosofía antigua había tomado la realidad objetiva como punto de partida de su reflexión filosófica, y la medieval había tomado a Dios como referencia, la filosofía moderna se asentará en el terreno de la subjetividad. Las dudas planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la realidad, material o divina, harán del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión filosófica. Son muchos los acontecimientos que tienen lugar al final de la Edad Media, tanto de tipo social y político, como culturales y filosóficos, que abrirán las puertas a la modernidad, y que han sido profusamente estudiados. En lo filosófico, el desarrollo del humanismo y de la filosofía renacentista, junto con la revolución copernicana, asociada al desarrollo de la Nueva Ciencia, provocarán el derrumbe de una Escolástica ya en crisis e impondrán nuevos esquemas conceptuales, alejados de las viejas e infructuosas disputas terminológicas que solían dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad, fuera platónica o aristotélica. De las abadías y monasterios la filosofía volverá a la ciudad; de la glosa y el comentario, a la investigación; de la tutela de la fe, a la independencia de la razón.



Características de la filosofía moderna:

1.      En efecto, la Filosofía Medieval había conjugado en gran síntesis el pensamiento pagano platónico - aristotélico con el pensamiento cristiano, armonizando la razón y la fe, nuevas corrientes filosóficas proclamarían la absoluta independencia de la razón o aún la pondrían en rebelión abierta contra lo sobrenatural.

2.      La nueva filosofía exaltaba el método matemático científico en detrimento del espíritu metafísico que había dominado, no sólo a la Edad Media, sino también entre los pensadores paganos. Naturalmente estas nuevas doctrinas o corrientes de pensamiento correspondían a nuevas situaciones políticas, culturales, sociales y religiosas; el Renacimiento, la seudorreforma protestante,   el humanismo, el nacimiento de los estados modernos, el auge de las ciencias.

3.      De ahí que también encontramos en la época moderna una tremenda dispersión doctrinal que contrasta con la notable unidad del pensamiento cristiano de la Edad Media; así como las naciones se diferencian, como los pueblos se separan unos de otros, también se producen profundas escisiones en el espíritu occidental y en su concepción unitaria del mundo, como consecuencia o secuela del enfrentamiento entre la razón teorética y la razón práctica, entre la ciencia y la fe, entre lo físico y lo metafísico, entre la política y la moral, entre lo subjetivo y lo objetivo, populan en tal abundancia los problemas, los métodos, las soluciones que el espíritu vuelve a caer en el escepticismo y llega hasta proclamar la superioridad del inconsciente sobre la conciencia.
                      
                                            
La filosofía moderna nace a comienzos del Renacimiento y de la Reforma Protestante hasta los últimos años del siglo pasado, siglo XX.
Tras siglos y siglos de filosofar acerca de cuestiones circunscriptas a lo teológico, surge un espíritu reaccionario de protesta en contra de la postura tradicional de la filosofía. En la antigüedad, la filosofía antigua partía de la realidad objetiva para realizar las reflexiones filosóficas, luego, en la Edad Media, la filosofía de aquel tiempo había decidido tomar a Dios como centro y referencia, en cambio, la llegada de la filosofía moderna propone un cambio sustancial como consecuencia de la instalación de la subjetividad en el centro de la escena.


                                                         
Objetivo Informativo:
Conocer las diversas soluciones que el pensamiento moderno ha dado a los problemas tradicionales de la filosofía y a los nuevos interrogantes planteados. Especialmente: El conocimiento, la naturaleza, Dios, la moral.
Objetivo Práctico:
Concebir un gran aprecio por los esfuerzos del hombre moderno en el orden del descubrimiento de la verdad; formarse un sano criticismo que no se contente con recibir, sino que trate de juzgar, comparar, valorar; por tanto, agradecer los aportes y desechar los yerros del pensamiento moderno.


                                              Método científico
                                                              
El método científico es el sistema utilizado por los científicos para investigar datos, generar hipótesis, desarrollar nuevas teorías y confirmar o rechazar los resultados preliminares. Si bien los métodos que se utilizan en las diferentes ciencias varían (por ejemplo, los médicos y los psicólogos trabajan de manera muy diferente), comparten algunos atributos fundamentales que pueden ser llamados características del método científico.
El método científico (del griego: -μετά = hacia, a lo largo- -οδός = camino-; y del latín scientia = conocimiento; camino hacia el conocimiento) es un método de investigación usado principalmente en la producción de conocimiento en las ciencias. Para ser llamado científico, un método de investigación debe basarse en la empírica y en la medición, sujeto a los principios específicos de las pruebas de razonamiento.1 Según el Oxford English Dictionary, el método científico es: «un método o procedimiento que ha caracterizado a la ciencia natural desde el siglo XVII, que consiste en la observación sistemática, medición, experimentación, la formulación, análisis y modificación de las hipótesis».2
El método científico está sustentado por dos pilares fundamentales. El primero de ellos es la reproducibilidad, es decir, la capacidad de repetir un determinado experimento, en cualquier lugar y por cualquier persona. Este pilar se basa, esencialmente, en la comunicación y publicidad de los resultados obtenidos (por ej. en forma de artículo científico). El segundo pilar es larefutabilidad. Es decir, que toda proposición científica tiene que ser susceptible de ser falsada o refutada (falsacionismo). Esto implica que se podrían diseñar experimentos, que en el caso de dar resultados distintos a los predichos, negarían la hipótesis puesta a prueba. La falsabilidad no es otra cosa que el modus tollendo tollens del método hipotético deductivo experimental. Según James B. Conant, no existe un método científico. El científico usa métodos definitorios, métodos clasificatorios, métodos estadísticos, métodos hipotético-deductivos, procedimientos de medición, entre otros. Y según esto, referirse a el método científico es referirse a este conjunto de tácticas empleadas para constituir el conocimiento, sujetas al devenir histórico, y que eventualmente podrían ser otras en el futuro.3 Ello nos conduce tratar de sistematizar las distintas ramas dentro del campo del método científico.

Ventajas y desventajas del método científico:

Ventaja:

 Te permite obtener nuevos conocimientos confiables y que pueden ser demostrados. Es el único método para probar las cosas que es completo, exhaustivo y verificable. Esto quiere decir que una demostración sólo es válida si se puede repetir una y otra vez, teniendo siempre el mismo resultado. Con este método la ciencia nos asegura que los conocimientos científicos tienen una base sólida, demostrable para cualquiera. El resultado es que produce conocimiento absolutamente fiable, al contrario que la especulación, la creencia, la superstición, etc.



Desventaja:
Es muy tedioso, por lo que mucha gente no aprende nunca a utilizarlo ni sabe cómo se utiliza.




 Las  características del método científico: 

1.              Empírico El método científico es empírico. Esto significa que se basa en la observación directa del mundo, y desestima las hipótesis que van en contra de los hechos observables. Esto contrasta con los métodos que dependen de la razón pura (incluyendo el propuesto por Platón) y con los métodos que dependen de factores emocionales y otros factores subjetivos

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2.              Replicable los experimentos científicos son replicables. Esto es, si otra persona duplica el experimento, debe obtener los mismos resultados. Los científicos deben publicar lo suficiente sobre su método, de tal manera que otra persona, con el entrenamiento apropiado, pueda replicar los resultados. Esto contrasta con los métodos que dependen de experiencias que son únicas para un individuo particular o un pequeño grupo de individuos.

 

3.              Provisional  los resultados obtenidos a través del método científico son provisionales; están (o deberían estar) abiertos a cuestionamientos y debate. Si surgen nuevos datos que contradicen una teoría, esta debe ser modificada. Por ejemplo, la teoría del flogisto del fuego y la combustión fue rechazada cuando surgió evidencia contra ella.

4.              Objetivo el método científico es objetivo. Se basa en hechos y en el mundo tal cual es, más que en creencias, deseos o anhelos. Los científicos intentan (con diferentes grados de éxito) eliminar sus sesgos cuando hacen las observaciones.





Nicolás  Copérnico:

Fue un astrónomo polaco que nació el 19 de febrero de 1473 y murió el 24 de mayo de 1543. Su principal aporte como científico fue la elaboración del primer modelo matemático heliocéntrico del sistema solar.
Nació en el seno de una acomodada familia comerciante. A los diez años quedó huérfano y se fue a vivir con un tío materno que luego sería obispo de Warmia.
Inició sus conocimientos universitarios en Cracovia para luego viajar a Italia donde continuó con sus estudios en la Universidad de Bolonia. Ahí se dedicó al Derecho, la Medicina, el Griego y la Filosofía y fue asistente del astrónomo Doménico da Novara.
El año 1500 viajó a París para estudiar astronomía y ciencias y, un año más tarde regresó, a Polonia donde obtuvo el cargo de canónigo en la Catedral de Frauenburg, gracias a la mediación de su tío. Sin embargo, volvió a Padua para retomar el Derecho y la Medicina y en 1503 logró el grado de Doctor en Derecho Canónico en Ferrara.
Finalmente regresó a su país de forma definitiva y se hizo cargo de la diócesis de Warmia, además de asumir algunos cargos públicos. A pesar de todo el trabajo que ya tenía, jamás dejó de lado sus estudios astronómicos.
Poco a poco, sus postulados comenzaron a hacerse conocidos. Si bien su obra principal, ‘De Revolutionibus Orbium Coelestium’, fue publicada de manera póstuma, redactó un opúsculo con el material esencial que permitió la difusión de sus postulados.
Copérnico estaba consciente de los problemas que sus descubrimientos le podían acarrear, sin embargo, no dudó en continuar trabajando en la comprobación de la teoría heliocéntrica. Su objetivo era demostrar la Tierra como centro del universo era errada, y que lo correcto era que el Sol constituía el centro y era la Tierra la que giraba en torno a éste.
En 2005 un grupo de arqueólogos afirmó que, en Polonia, había descubierto los restos de este importante científico en una iglesia local.
El legado de Copérnico consiste en haber proporcionado las bases para formular la teoría heliocéntrica. Es a partir de sus postulados que otros científicos, como Galileo Galilei, reformularon el ordenamiento del universo.



                                   BIOGRAFÍA RESUMIDA DE NICOLÁS COPÉRNICO
Fallecimiento de su padre, su tío Ukasz Watzenrode decidió hacerse cargo de su educación. A los 18 años Copérnico ingresó en la Universidad de Cracovia y posteriormente se trasladó a Italia a estudiar derecho canónico. Allí, en Italia, en plena época renacentista, se interesó por diversas disciplinascomo la pintura, las matemáticas, la astronomía, la filosofía e incluso la medicina. Aunque llegó a destacar en algunas de ellas, en la astronomía encontró su mayor pasión, dedicando el resto de su vida al estudio del espacio estelar.
En 1503, después de más de una década en Italia, regresó a Polonia. Allí se instaló en una de las torres de lacatedral de Frombork para poder observar mejor el cielo nocturno. Tras una exhaustiva observación del movimiento de los cuerpos terrestres, Copérnico llegó a la conclusión de que la Tierra giraba sobre su eje y que esta y el resto de planetas debían girar alrededor del sol.
Tras más de 30 años demostrando matemáticamente sus teorías, finalmente las publicó, tres días antes de su muerte, en el libro: “De revolutionibus  orbium coelestium” (traducido al español como: “Sobre las revoluciones de las esferas celestes“).
Nació en la ciudad de Toruń (actual Polonia) en el seno de una familia acomodada. A los 10 años, tras el

Nicolás Copérnico astrónomo polaco, conocido por su teoría Heliocéntrica que había sido descrita ya por Aristarco de Samos, según la cual el Sol se encontraba en el centro del Universo y la Tierra, que giraba una vez al día sobre su eje, completaba cada año una vuelta alrededor de él.
Copérnico nació el 19 de febrero de 1473 en la ciudad de Thorn (hoy Toru), en el seno de una familia de comerciantes y funcionarios municipales. El tío materno de Copérnico, el obispo Ukasz Watzenrode, se ocupó de que su sobrino recibiera una sólida educación en las mejores universidades. Copérnico ingresó en la Universidad de Cracovia en 1491, donde comenzó a estudiar la carrera de humanidades; poco tiempo después se trasladó a Italia para estudiar derecho y medicina. En enero de 1497, Copérnico empezó a estudiar derecho canónico en la Universidad de Bolonia.
En 1500, Copérnico se doctoró en astronomía en Roma. Al año siguiente obtuvo permiso para estudiar medicina en Padua (la universidad donde dio clases Galileo, casi un siglo después). Aunque nunca se documentó su graduación como Médico practicó la profesión por seis años en Heilsberg. A partir de 1504 fue canónigo de la diócesis de Frauenburg. Durante estos años publicó la traducción del griego de las cartas de Theophylactus (1509), estudió finanzas y en 1522 escribió un memorando sobre reformas monetarias.

Sus trabajos de observación astronómica practicados en su mayoría como ayudante en Bolonia del profesor Doménico María de Novara dejan ver su gran capacidad de observación. Fue gran estudioso de los autores clásicos y además se confesó como gran admirador de Ptolomeo cuyo Almagesto estudió concienzudamente. Después de muchos años finalizó su gran trabajo sobre la teoría heliocéntrica en donde explica que no es el Sol el que gira alrededor de la Tierra sino al contrario.

Esta teoría sin embargo también requería de complicados mecanismos para la explicación de los movimientos de los planetas, debido a la perfección de la esfera. Estimulado por algunos amigos, Copérnico publica entonces un resumen en manuscrito. En sus comentarios establece su teoría en 6 axiomas, reservando la parte matemática para el trabajo principal, que se publicaría bajo el título "Sobre las revoluciones de las esferas celestes".
A partir de aquí la teoría heliocéntrica comenzó a expandirse. Rápidamente surgieron también sus detractores, siendo los primeros los teólogos protestantes aduciendo causas bíblicas. En 1616 La iglesia Católica colocó el trabajo de Copérnico en su lista de libros prohibidos. La obra de Copérnico sirvió de base para que, más tarde, Galileo, Brahe y Kepler pusieran los cimientos de la astronomía moderna.


Galileo Galilei:

de Pisa en 1581, donde pretendía estudiar medicina. Al poco tiempo dejó la Nació el 15 de febrero de 1564, Cursó estudios en Vallombroso, y en la Universidad medicina por la filosofía y las matemáticas, abandonando la universidad en 1585 sin conseguir el título. 
Comenzó a impartir clases particulares y escribió sobre el movimiento hidrostático y natural, pero sin publicar nada. En 1589, en Pisa, ejerció como profesor de matemáticas, donde demostró el error que Aristóteles había cometido al afirmar que la velocidad de caída de los cuerpos era proporcional a su peso, dejando caer desde la Torre inclinada de esta ciudad dos objetos de pesos diferentes. En 1592 fue admitido en la cátedra de matemáticas de la Universidad de Padua, donde permaneció hasta 1610. Allí inventó un 'compás' de cálculo para resolver problemas prácticos de matemáticas.
De la física especulativa pasó a dedicarse a las mediciones precisas, descubriendo las leyes de la caída de los cuerpos y de la trayectoria parabólica de los proyectiles, se dedicó a estudiar el movimiento del péndulo e investigó la mecánica y la resistencia de los materiales. Dejó de un lado la astronomía, aunque a partir de 1595 se inclinó por la teoría de 
Copérnico, que afirmaba que la Tierra giraba alrededor del Sol.

En 1609 presentó al duque de Venecia un telescopio de una potencia muy parecida a los prismáticos binoculares. Con su telescopio de veinte aumentos descubrió montañas y cráteres en la Luna, consiguió ver que la Vía Láctea estaba compuesta por estrellas y descubrió los cuatro satélites mayores de Júpiter. Unos meses después publicó El mensajero de los astros, libro en el que hablaba estos descubrimientos.
Su fama le ayudó a conseguir el puesto de matemático en la corte de Florencia, donde quedó libre de sus responsabilidades académicas y pudo dedicarse a investigar y escribir.
En 1624 escribe un libro al que pretendía llamar Diálogo sobre las mareas, en el que abordaba las hipótesis de Tolomeo y Copérnico respecto a este fenómeno. Seis años después consiguió la licencia de los censores de la Iglesia católica de Roma, y le pusieron por título Diálogo sobre los sistemas máximos, publicado en Florencia en 1632. A pesar de todo la Inquisición le llamó a Roma con la intención de procesarle por "sospecha grave de herejía". En 1633 le obligaron a abjurar y fue condenado a prisión perpetua (condena que le fue conmutada por arresto domiciliario). Los ejemplares del Diálogo fueron quemados. Su última obra fue Consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos ciencias nuevas, publicada en Leiden en 1638. Galileo Galilei falleció el 8 de enero de 1642 en Florencia.




Galileo Galilei nació en Pisa el 15 de febrero de 1564. Lo poco que, a través de algunas cartas, se conoce de su madre, Giulia Ammannati di Pescia, no compone de ella una figura demasiado halagüeña. Su padre, Vincenzo Galilei, era florentino y procedía de una familia que tiempo atrás había sido ilustre; músico de vocación, las dificultades económicas lo habían obligado a dedicarse al comercio, profesión que lo llevó a instalarse en Pisa. Hombre de amplia cultura humanista, fue un intérprete consumado y un compositor y teórico de la música, cuyas obras sobre el tema gozaron de una cierta fama en la época. De él hubo de heredar Galileo no sólo el gusto por la música (tocaba el laúd), sino también el carácter independiente y el espíritu combativo, y hasta puede que el desprecio por la confianza ciega en la autoridad y el gusto por combinar la teoría con la práctica. Galileo fue el primogénito de siete hermanos de los que tres (Virginia, Michelangelo y Livia) hubieron de contribuir, con el tiempo, a incrementar sus problemas económicos. En 1574 la familia se trasladó a Florencia y Galileo fue enviado un tiempo al monasterio de Santa Maria di Vallombrosa, como alumno o quizá como novicio.
Juventud académica
En 1581 Galileo ingresó en la Universidad de Pisa, donde se matriculó como estudiante de medicina por voluntad de su padre. Cuatro años más tarde, sin embargo, abandonó la universidad sin haber obtenido ningún título, aunque con un buen conocimiento de Aristóteles. Entretanto, se había producido un hecho determinante en su vida: su iniciación en las matemáticas, al margen de sus estudios universitarios, y la consiguiente pérdida de interés por su carrera como médico. De vuelta en Florencia en 1585, Galileo pasó unos años dedicado al estudio de las matemáticas, aunque interesado también por la filosofía y la literatura (en la que mostraba sus preferencias por Ariosto frente a Tasso); de esa época data su primer trabajo sobre el baricentro de los cuerpos -que luego recuperaría, en 1638, como apéndice de la que habría de ser su obra científica principal- y la invención de una balanza hidrostática para la determinación de pesos específicos, dos contribuciones situadas en la línea de Arquímedes, a quien Galileo no dudaría en calificar de «sobrehumano».



Galileo Galilei (Retrato de Domenico Crespi)
Tras dar algunas clases particulares de matemáticas en Florencia y en Siena, trató de obtener un empleo regular en las universidades de Bolonia, Padua y en la propia Florencia. En 1589 consiguió por fin una plaza en el Estudio de Pisa, donde su descontento por el paupérrimo sueldo percibido no pudo menos que ponerse de manifiesto en un poema satírico contra la vestimenta académica. En Pisa compuso Galileo un texto sobre el movimiento, que mantuvo inédito, en el cual, dentro aún del marco de la mecánica medieval, criticó las explicaciones aristotélicas de la caída de los cuerpos y del movimiento de los proyectiles; en continuidad con esa crítica, una cierta tradición historiográfica ha forjado la anécdota (hoy generalmente considerada como inverosímil) de Galileo refutando materialmente a Aristóteles mediante el procedimiento de lanzar distintos pesos desde lo alto del Campanile, ante las miradas contrariadas de los peripatéticos...
En 1591 la muerte de su padre significó para Galileo la obligación de responsabilizarse de su familia y atender a la dote de su hermana Virginia. Comenzaron así una serie de dificultades económicas que no harían más que agravarse en los años siguientes; en 1601 hubo de proveer a la dote de su hermana Livia sin la colaboración de su hermano Michelangelo, quien había marchado a Polonia con dinero que Galileo le había prestado y que nunca le devolvió (por el contrario, se estableció más tarde en Alemania, gracias de nuevo a la ayuda de su hermano, y envió luego a vivir con él a toda su familia).
La necesidad de dinero en esa época se vio aumentada por el nacimiento de los tres hijos del propio Galileo: Virginia (1600), Livia (1601) y Vincenzo (1606), habidos de su unión con Marina Gamba, que duró de 1599 a 1610 y con quien no llegó a casarse. Todo ello hizo insuficiente la pequeña mejora conseguida por Galileo en su remuneración al ser elegido, en 1592, para la cátedra de matemáticas de la Universidad de Padua por las autoridades venecianas que la regentaban. Hubo de recurrir a las clases particulares, a los anticipos e, incluso, a los préstamos. Pese a todo, la estancia de Galileo en Padua, que se prolongó hasta 1610, constituyó el período más creativo, intenso y hasta feliz de su vida.
En Padua tuvo ocasión Galileo de ocuparse de cuestiones técnicas como la arquitectura militar, la castrametación, la topografía y otros temas afines de los que trató en sus clases particulares. De entonces datan también diversas invenciones, como la de una máquina para elevar agua, un termoscopio y un procedimiento mecánico de cálculo que expuso en su primera obra impresa: Le operazioni del compasso geometrico e militare, 1606. Diseñado en un principio para resolver un problema práctico de artillería, el instrumento no tardó en ser perfeccionado por Galileo, que amplió su uso en la solución de muchos otros problemas. La utilidad del dispositivo, en un momento en que no se habían introducido todavía los logaritmos, le permitió obtener algunos ingresos mediante su fabricación y comercialización.
En 1602 Galileo reemprendió sus estudios sobre el movimiento, ocupándose del isocronismo del péndulo y del desplazamiento a lo largo de un plano inclinado, con el objeto de establecer cuál era la ley de caída de los graves. Fue entonces, y hasta 1609, cuando desarrolló las ideas que treinta años más tarde, constituirían el núcleo de susDiscorsi.
El mensaje de los astros
En julio de 1609, de visita en Venecia (para solicitar un aumento de sueldo), Galileo tuvo noticia de un nuevo instrumento óptico que un holandés había presentado al príncipe Mauricio de Nassau; se trataba del anteojo, cuya importancia práctica captó Galileo inmediatamente, dedicando sus esfuerzos a mejorarlo hasta hacer de él un verdadero telescopio. Aunque declaró haber conseguido perfeccionar el aparato merced a consideraciones teóricas sobre los principios ópticos que eran su fundamento, lo más probable es que lo hiciera mediante sucesivas tentativas prácticas que, a lo sumo, se apoyaron en algunos razonamientos muy sumarios.




Galileo ante el Santo Oficio (Óleo de Robert-Fleury)
Sea como fuere, su mérito innegable residió en que fue el primero que acertó en extraer del aparato un provecho científico decisivo. En efecto, entre diciembre de 1609 y enero de 1610 Galileo realizó con su telescopio las primeras observaciones de la Luna, interpretando lo que veía como prueba de la existencia en nuestro satélite de montañas y cráteres que demostraban su comunidad de naturaleza con la Tierra; las tesis aristotélicas tradicionales acerca de la perfección del mundo celeste, que exigían la completa esfericidad de los astros, quedaban puestas en entredicho. El descubrimiento de cuatro satélites de Júpiter contradecía, por su parte, el principio de que la Tierra tuviera que ser el centro de todos los movimientos que se produjeran en el cielo. En cuanto al hecho de que Venus presentara fases semejantes a las lunares, que Galileo observó a finales de 1610, le pareció que aportaba una confirmación empírica al sistema heliocéntrico de Copérnico, ya que éste, y no el de Tolomeo, estaba en condiciones de proporcionar una explicación para el fenómeno.
Ansioso de dar a conocer sus descubrimientos, Galileo redactó a toda prisa un breve texto que se publicó en marzo de 1610 y que no tardó en hacerle famoso en toda Europa: el Sidereus Nuncius, el 'mensajero sideral' o 'mensajero de los astros', aunque el título permite también la traducción de 'mensaje', que es el sentido que Galileo, años más tarde, dijo haber tenido en mente cuando se le criticó la arrogancia de atribuirse la condición de embajador celestial.
El libro estaba dedicado al gran duque de Toscana Cósimo II de Médicis y, en su honor los satélites de Júpiter recibían allí el nombre de «planetas Medíceos». Con ello se aseguró Galileo su nombramiento como matemático y filósofo de la corte toscana y la posibilidad de regresar a Florencia, por la que venía luchando desde hacía ya varios años. El empleo incluía una cátedra honoraria en Pisa, sin obligaciones docentes, con lo que se cumplía una esperanza largamente abrigada y que le hizo preferir un monarca absoluto a una república como la veneciana, ya que, como él mismo escribió, «es imposible obtener ningún pago de una república, por espléndida y generosa que pueda ser, que no comporte alguna obligación; ya que, para conseguir algo de lo público, hay que satisfacer al público».
La batalla del copernicanismo
El 1611 un jesuita alemán, Christof Scheiner, había observado las manchas solares publicando bajo seudónimo un libro acerca de las mismas. Por las mismas fechas Galileo, que ya las había observado con anterioridad, las hizo ver a diversos personajes durante su estancia en Roma, con ocasión de un viaje que se calificó de triunfal y que sirvió, entre otras cosas, para que Federico Cesi le hiciera miembro de la Accademia dei Lincei que él mismo había fundado en 1603 y que fue la primera sociedad científica de una importancia perdurable.
Bajo sus auspicios se publicó en 1613 la Istoria e dimostrazione interno alle macchie solari, donde Galileo salía al paso de la interpretación de Scheiner, quien pretendía que las manchas eran un fenómeno extrasolar («estrellas» próximas al Sol, que se interponían entre éste y la Tierra). El texto desencadenó una polémica acerca de la prioridad en el descubrimiento, que se prolongó durante años e hizo del jesuita uno de los más encarnizados enemigos de Galileo, lo cual no dejó de tener consecuencias en el proceso que había de seguirle la Inquisición. Por lo demás, fue allí donde, por primera y única vez, Galileo dio a la imprenta una prueba inequívoca de su adhesión a la astronomía copernicana, que ya había comunicado en una carta a Kepler en 1597.
Ante los ataques de sus adversarios académicos y las primeras muestras de que sus opiniones podían tener consecuencias conflictivas con la autoridad eclesiástica, la postura adoptada por Galileo fue la de defender (en una carta dirigida a mediados de 1615 a Cristina de Lorena) que, aun admitiendo que no podía existir contradicción ninguna entre las Sagradas Escrituras y la ciencia, era preciso establecer la absoluta independencia entre la fe católica y los hechos científicos. Ahora bien, como hizo notar el cardenal Bellarmino, no podía decirse que se dispusiera de una prueba científica concluyente en favor del movimiento de la Tierra, el cual, por otra parte, estaba en contradicción con las enseñanzas bíblicas; en consecuencia, no cabía sino entender el sistema copernicano como hipotético. En este sentido, el Santo Oficio condenó el 23 de febrero de 1616 al sistema copernicano como «falso y opuesto a las Sagradas Escrituras», y Galileo recibió la admonición de no enseñar públicamente las teorías de Copérnico.

Parte final del documento de abjuración de Galileo

Galileo, conocedor de que no poseía la prueba que Bellarmino reclamaba, por más que sus descubrimientos astronómicos no le dejaran lugar a dudas sobre la verdad del copernicanismo, se refugió durante unos años en Florencia en el cálculo de unas tablas de los movimientos de los satélites de Júpiter, con el objeto de establecer un nuevo método para el cálculo de las longitudes en alta mar, método que trató en vano de vender al gobierno español y al holandés.
En 1618 se vio envuelto en una nueva polémica con otro jesuita, Orazio Grassi, a propósito de la naturaleza de los cometas, que dio como resultado un texto, Il Saggiatore(1623), rico en reflexiones acerca de la naturaleza de la ciencia y el método científico, que contiene su famosa idea de que «el Libro de la Naturaleza está escrito en lenguaje matemático». La obra, editada por la Accademia dei Lincei, venía dedicada por ésta al nuevo papa Urbano VIII, es decir, el cardenal Maffeo Barberini, cuya elección como pontífice llenó de júbilo al mundo culto en general y, en particular, a Galileo, a quien el cardenal había ya mostrado su afecto.
La nueva situación animó a Galileo a redactar la gran obra de exposición de la cosmología copernicana que ya había anunciado en 1610: el Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo, tolemaico e copernicano; en ella, los puntos de vista aristotélicos defendidos por Simplicio se confrontaban con los de la nueva astronomía abogados por Salviati, en forma de diálogo moderado por la bona mens de Sagredo. Aunque la obra fracasó en su intento de estar a la altura de las exigencias expresadas por Bellarmino, ya que aportaba, como prueba del movimiento de la Tierra, una explicación falsa de las mareas, la inferioridad de Simplicio ante Salviati era tan manifiesta que el Santo Oficio no dudó en abrirle un proceso a Galileo, pese a que éste había conseguido un imprimatur para publicar el libro en 1632. Iniciado el 12 de abril de 1633, el proceso terminó con la condena a prisión perpetua, pese a la renuncia de Galileo a defenderse y a su retractación formal. La pena fue suavizada al permitírsele que la cumpliera en su quinta de Arcetri, cercana al convento donde en 1616 y con el nombre de sor Maria Celeste había ingresado su hija más querida, Virginia, que falleció en 1634.
En su retiro, donde a la aflicción moral se sumaron las del artritismo y la ceguera, Galileo consiguió completar la última y más importante de sus obras: los Discorsi e dimostrazioni matematiche intorno à due nueve scienze, publicado en Leiden por Luis Elzevir en 1638. En ella, partiendo de la discusión sobre la estructura y la resistencia de los materiales, Galileo sentó las bases físicas y matemáticas para un análisis del movimiento, que le permitió demostrar las leyes de caída de los graves en el vacío y elaborar una teoría completa del disparo de proyectiles. La obra estaba destinada a convertirse en la piedra angular de la ciencia de la mecánica construida por los científicos de la siguiente generación, con Newton a la cabeza.
En la madrugada del 8 al 9 de enero de 1642, Galileo falleció en Arcetri confortado por dos de sus discípulos, Vincenzo Viviani y Evangelista Torricelli, a los cuales se les había permitido convivir con él los últimos años



                                                     

                                         

Bibliografía:




  





 
                                                                          https://www.youtube.com/watch?v=IO8eFlYDlRo